El tarot de Marsella

El de Marsella es el tipo de tarot más conocido e importante, pues utiliza cartas con colores y dibujos al estilo medieval que resultan bastante sencillos de entender. Según la leyenda, fue creado en 1700 y se extendió en las ciudades más importantes de Europa y en países como Alemania, Suiza e Italia. El tarot de Marsella tiene su nombre gracias a Paul Marteau, quien lo acuñó en los años 30. El origen de sus dibujos viene del centro donde se fabricaban naipes, de allí el estilo por xilografía.
Estructura básica
Al igual que el tarot, el tarot de Marsella se divide principalmente en dos grupos. El primero de ellos corresponde a los “Arcanos Menores”, aquí la baraja consta de 56 cartas de cuatro palos conformados por bastos, espadas, copas y oros. En cada una de estas existen figuras alegóricas por cada palo, por ejemplo, la sota, el caballo, la reina y el rey.
El segundo grupo corresponde a los “Arcanos Mayores”, conformados por 22 naipes numerados. Entre ellos está El Mago, La Papisa, La Emperatriz, El Emperador, El Caballo, El Enamorado, La Justicia, El Diablo, La Estrella, La Luna, El Sol, El Juicio, EL Mundo y El Loco. Esta última en ocasiones no está numerada. Se considera 0, pero otras veces también es considerada como la número “22”.
Según investigaciones históricas, el tarot de Marsella se inventó en Italia, pero se introdujo en sur de Francia cuando los franceses se hicieron con el poder de Milán y Piamonte hacia 1499. Al principio sus dibujos eran reproducidos a mano, pero posteriormente se reprodujeron de manera industrial con la xilografía. El diseño finalmente quedó fijado en el siglo XIX, sin embargo, los colores han variado de acuerdo a la época y la cultura. En 1998 se hizo una reconstrucción de ellas con los colores que han sido omitidos con el tiempo.
Los colores del tarot
Para aprender a descifrar qué dice el tarot es necesario tomar en cuenta elementos como los colores, pues estos ayudan a matizar el significado en cada carta. Cada uno de los colores del tarot proporciona información sobre el sujeto o la situación. En este sentido, el rojo representa acción y el azul representa una ausencia total de acción. A partir de aquí podemos empezar a descubrir qué quiere decir cada carta, no solo por dotes divinas, sino por la simbología que en ellas se encuentran.
Significado de los colores
Según la historia, y como lo hemos mencionado anteriormente, el rojo representa acción, pero también amor, pasión, deseo y atracción. El azul quiere decir estabilidad, confianza, lealtad, sabiduría, inteligencia y verdad. En sus variantes, es decir, azul marino se inclina hacia el conocimiento, lo mental, la integridad, el poder y la seriedad, mientras que azul claro habla de la salud, frescor, curación y generosidad.
Además de los colores en sí, la vestimenta de los personajes también define las situaciones y los sujetos. Los colores de la ropa e incluso del cabello hablan mucho. El rubio representa divinidad, el blanco sabiduría y el color marrón representa lo terrenal. Los colores del tarot suelen ser bastante sencillos. Además de los que ya hemos mencionado, existen otros como el amarillo que habla sobre la felicidad, alegría e inteligencia.
Otro de los colores del tarot que puede dificultar una lectura es el negro. A diferencia de lo que se cree, este representa la vida interior, el orden, sumisión, constreñimiento, aislamiento y austeridad. Por su parte, el verde habla de la armonía, la naturaleza, el crecimiento e incluso la fertilidad. Este también representa la resistencia y se muestra en una de sus variantes, como el verde oscuro, probablemente se esté refiriendo al dinero o a la exuberancia.
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